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Publicado: 20 de Febrero de 2023
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad y el miedo son experiencias normales que todos tenemos cada cierto tiempo. El miedo es la emoción que se activa ante una amenaza externa identificable, mientras que la ansiedad es un estado de desasosiego y nerviosismo que puede aparecer al imaginar el peligro, tras desaparecer la amenaza o sin causa aparente.
Un cierto grado de ansiedad en determinadas circunstancias es necesario. Sin embargo, cuando la ansiedad supera un determinado umbral o se mantiene un tiempo muy prolongado, deja de considerarse adaptativa y hablamos de trastorno de ansiedad.
Hay personas con más tolerancia a la ansiedad que otras, pero todos podemos desarrollar un trastorno de ansiedad en función de las circunstancias, de las experiencias previas o del estilo de vida. Para poder delimitar la línea que separa la ansiedad adaptativa del Trastorno de ansiedad debemos fijarnos en la experiencia subjetiva, la interferencia con el día a día, la persistencia en el tiempo y la intensidad de los síntomas.
¿Qué síntomas son los más habituales?
La ansiedad no se manifiesta en todo el mundo por igual, pero es frecuente que aparezcan dolores de cabeza, náuseas, tensión muscular o sensación de ahogo y palpitaciones si se da un ataque de pánico. Hay que tener en cuenta que cambios en es estado de ánimo, en el sueño y el cansancio pueden ser también parte del proceso. En ocasiones podemos encontrar dolor de estómago o problemas en las relaciones sexuales.
Debemos entender que tanto el miedo como la ansiedad activan una respuesta física que tiene como objeto prepararnos para afrontar una amenaza. Nuestro cuerpo se pone en alerta y eso implica desatender funciones que en ese momento no resultan imprescindibles como el sistema inmunológico, el digestivo o el reproductivo.
¿Cómo es una relación donde una de las personas tiene ansiedad?
La ansiedad no solo afecta a las personas internamente, también puede crear problemas en las relaciones. Esto no es culpa de la persona ansiosa; tampoco tiene por qué ser culpa de su pareja.
Salir con una persona que sufre ansiedad puede resultar complicado en ciertos momentos y generar sensación de falta de control e impotencia por no saber cómo ayudar. Es frecuente que la persona que la padece termine tratando de controlar o atendiendo menos a su pareja porque no se encuentre bien, lo que hará que la relación se vea perjudicada. Esto lleva a que su ansiedad empeore, creándose un bucle del que resulta complicado salir.
La persona ansiosa puede manifestar:
• Dificultad para tomar decisiones
• Inseguridad, necesidad de aprobación y de demostraciones de cariño constantes.
• Comportamiento ausente o falta de interés por las relaciones sexuales.
• Reacciones exageradas ante situaciones normales
• Tratar de controlar a la pareja mediante chantaje emocional.
¿Y en el caso de que sea la propia relación la que causa esa ansiedad?
La ansiedad en una relación de pareja también puede producirse por la forma en la que nos hace sentir esa persona o por cómo es la relación. Normalmente, el sentimiento más común es la inseguridad alrededor de la relación lo que puede provocar:
1. Los celos, que promueven conductas de control sobre el otro y generan un profundo malestar y ansiedad entre los miembros de la pareja. Los celos mantenidos en el tiempo son indicadores de desconfianza. En muchas ocasiones se ven alimentados por una situación de confusión emocional entre las partes de la pareja, mantenido por la dificultad para identificar y gestionar nuestro propio malestar emocional.
2. Dudas alrededor de sus sentimientos: Aunque no haya motivos para pensarlo, las personas que sienten ansiedad en la pareja suelen tener muchas dudas alrededor de los sentimientos de la otra persona. De hecho, incluso aunque esta haga gestos o diga palabras de amor, suelen experimentar este tipo de pensamientos negativos.
3. Preocupaciones constantes sobre el fin de la relación: Las personas con ansiedad en la pareja pueden sentir que en cualquier momento u otro la relación se puede terminar. Cuando esto sucede, las personas pueden llegar a evitar discutir sobre ciertos problemas, ignorar comentar aquellas cosas que hace tu pareja que te molestan o incluso preocuparte mucho que se enfaden contigo.
4. Creer que sois incompatibles: Es una creencia que nace del mito de la media naranja, el pensar que hay personas compatibles o complementarias. Además, pueden surgir dudas alrededor de si se experimenta felicidad junto a esta persona. Este tipo de pensamientos puede hacer que la persona ponga su atención en las pequeñas diferencias que puede tener el vínculo y enfatizar demasiado su importancia.
5. Sabotear la relación de manera inconsciente: Por ejemplo, aquellas personas que necesitan poner a prueba a su pareja para validar su amor y su grado de compromiso.
6. Aislarse: Las personas que sienten esta ansiedad pueden llegar a aislarse de sus parejas para encontrar una solución ante estos sentimientos y preocupaciones. Es decir, la persona se cierra para no tener que afrontar este tipo de pensamientos negativos alrededor de la relación.
¿Cuáles son las causas más habituales por las que aparece ansiedad por la relación?
• Experiencias traumáticas en anteriores relaciones: Infidelidad por parte de una pareja anterior o sentirse manipulada o engañada. Tendencia a desconfiar de los demás.
• Baja autoestima: Las personas con baja autoestima suelen tener más probabilidades de dudar de los sentimientos de su pareja.
• Estilo de apego: La manera en la que nos relacionábamos con nuestros padres también puede contribuir a que experimentemos de ansiedad en las relaciones. En la persona con apego ansioso las relaciones están marcadas por una gran necesidad de aprobación, teniendo una imagen negativa de sí mismas pero positiva de los demás. Esto hace que constantemente tengan miedo al abandono, ya que sienten que no se pueden hacer querer.
¿Cuáles son los pilares de una relación sana?
1. Comunicación y confianza mutua: Estar dispuesto a escuchar, compartir, sentirnos libres al expresarnos fortalecerá la confianza en la relación.
2. Conservar el espacio personal: Empezando por reconocer que es posible convivir con opiniones diferentes. Fomentando la autonomía de cada uno a través de actividades. Reconociendo el beneficio de mantener relaciones sociales y familiares y dedicarse tiempo a uno mismo. Independencia emocional.
3. Tener proyectos compartidos: Alimentar la relación a través de los cambios que sufre la pareja en las distintas etapas de la vida.
¿Cómo lidiar con la ansiedad en la relación?
1. Comprender la ansiedad y de que forma se manifiesta en la pareja
Toda la información que obtengas sobre la condición de tu pareja, sobre los síntomas o causas te hará ser consciente del proceso, del miedo y la carga que le suponen, y así sabrás cómo puede afectar en vuestra relación y dejar de culparte por ello.
2. La escucha activa, sin aconsejar ni juzgar ni exigir.
Cambiar la crítica a su comportamiento por un refuerzo hacia ella hará que se sienta mejor y disminuya el malestar tanto físico como emocional. Escuchar y sensibilizarte con tu pareja es mucho mejor que dar consejos.
3. Trabajar la paciencia y el perdón
Tu forma de afrontar y gestionar los conflictos puede favorecer o empeorar la situación. Tienes que tener presente que salir de la ansiedad requiere su tiempo y en el camino aparecerán situaciones que te hagan sentir mal, saber perdonar puede ser un factor fundamental en la recuperación de tu pareja y en el fortalecimiento de vuestra relación.
4. Animarla a pedir ayuda y acompañarla en el proceso.
El hecho de que seas parte activa en la terapia le aporta seguridad a la hora de afrontar los momentos más difíciles.
5. Diferenciar a la persona del problema
Ver en tu pareja constantemente agobio, preocupaciones y pensamientos negativos no es cómodo, pero si así lo percibes tú, para la persona que lo sufre es bastante peor. En este sentido, cuida que no se sienta avergonzada por su problema.
7. Cuidar de uno mismo
Convivir con una persona con trastorno de ansiedad puede ser muy desgastante. Es necesario que mantengas una parcela para ti, que no te abandones y recuerdes que tú también debes cuidarte. Mantén tus aficiones y gustos, eso hará que tengas un foco de desahogo y alivio y no aparezca resentimiento con tu pareja.