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Publicado: 11 de Noviembre de 2020
"Me gustaría tener más seguridad en mi mismo"
"Siempre me comparo con otros... y salgo perdiendo"
"Me cuesta valorar las cosas buenas en mi"
Son cuestiones que aparecen frecuentemente durante las sesiones de psicoterapia o de coaching y que todos hemos sentido en algún momento de nuestra vida.
La autoestima no es algo estático, sino que la vamos construyendo a lo largo de nuestras vivencias, creencias y relaciones. Además, puede ser diferente en las distintas áreas de nuestra vida; podemos sentirnos, por ejemplo, muy competentes como profesionales y luego muy inseguros cuando nos relacionamos socialmente.
La autoestima es la manera en la que nos valoramos a nosotros mismos. Tiene un componente cognitivo (recursos y limitaciones reales) y otro emocional (respeto por uno mismo). Según la definición de Nathaniel Branden:
“La autoestima es la disposición a considerarse competente frente a los desafíos básicos de la vida y sentirse merecedor de la felicidad”
Una autoestima sana implica la correcta percepción de uno mismo, el reconocimiento de las propias capacidades y limitaciones reales, nos hace conectar con el coraje y la valentía y reduce la tendencia a eludir responsabilidades. Socialmente, ayuda a evitar actitudes defensivas, de prepotencia y agresividad. Finalmente, la autoestima sana nos permite gestionar eficientemente nuestras emociones.
Por todo ello, la autoestima es un factor clave en cualquier proceso de psicoterapia.
Pero, ¿cómo se forma nuestra autoestima?
• Las creencias: Son sistemas de conceptos personales que organizan nuestra percepción del mundo. Es la manera en que entendemos la realidad a partir de las historias que nos contamos sobre quiénes somos y cómo es el mundo. En ocasiones, estas creencias resultan limitadoras y no nos permiten crecer: “No puedo…”, “Es imposible…”, son pensamientos que nos condicionan y limitan nuestras actuaciones. Por el contrario, existen creencias potenciadoras que nos invitan a avanzar y hacen que desarrollemos nuestra mejor versión.
“Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto”
Henry Ford
Las creencias empiezan a formarse en la infancia, ya que toda la información que recibimos pasa de forma casi inmediata a nuestro subconsciente, sin plantearnos su veracidad. En el peor de los casos, nunca volvemos a pensar en ello y asumimos el “Esto es así, y punto…”
• Las experiencias: Es la manera que tenemos de interpretar lo que nos pasa. No son los sucesos en sí, sino como los vivimos, cómo nos hacen sentir, como los entendemos y qué consecuencias tienen para nosotros.
“La experiencia no es lo que nos pasa, sino la interpretación que hacemos de lo que nos pasa”
Aldous Huxley
• La opinión de los demás y las comparaciones: Muy a menudo, la autoestima se basa en lo que opinan los demás de nosotros. Esto nos crea una necesidad imperiosa de aprobación y nos genera ansiedad y miedo a no ser aceptados. En ocasiones, provoca que dejemos de actuar según nuestros principios y valores para seguir los de los demás, perdiendo de este modo nuestra propia esencia y dignidad.
“Cuanto menos nos aceptamos, más necesitamos la aceptación de los demás”
Alfredo Hoffman
• Las expectativas: Cuando esperamos resultados negativos, nuestra tendencia es a no intentarlo. Únicamente nos movemos cuando confiamos en conseguir nuestros objetivos. Recordemos el famoso efecto Pigmalión (Experimento Rosenthal), en el que se demuestra que las expectativas de los profesores influyen sensiblemente en los resultados de los alumnos.
“Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser”
William Shakespeare
Una autoestima sana se manifiesta físicamente a través del modo de hablar, de moverse, de comportarse con uno mismo y con los demás, cognitivamente mediante la capacidad de ofrecer y recibir críticas y alabanzas y estar abiertos a nuevas experiencias y emocionalmente ofreciendo mayor equilibrio en situaciones de estrés y reduciendo la ansiedad y la inseguridad.
La Psicología Positiva ofrece la posibilidad de no centrarnos en los déficits sino en los talentos, obteniendo resultados efectivos y duraderos en el fortalecimiento de la autoestima.