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Publicado: 18 de Mayo de 2020
Hace ya muchos años que ir al psicólogo no significa estar loco. Sin embargo, la decisión de pedir ayuda a veces resulta difícil porque consideramos que indica algún tipo de fracaso o debilidad.
Nada más alejado de la realidad: Reconocer un problema o un dolor emocional puede ser un acto de gran valentía y responsabilidad. Acudir a un psicólogo implica salir de nuestra “zona de confort” para atrevernos a mostrarnos sin coraza.
En muchas etapas de nuestra vida podemos encontrarnos con situaciones en las que no podemos resolver ciertos problemas y las emociones nos desbordan más allá de lo que podemos soportar. No siempre podemos con todo nosotros solos y es importante saber que un psicólogo, aunque no resolverá tus problemas, puede ayudarte a encontrar la solución.
Trastornos como la depresión, la ansiedad o las adicciones pueden causar un grave deterioro en nuestra vida diaria y en nuestras relaciones, y el paso del tiempo no es suficiente para que desaparezcan. Al igual que cuando nos duelen las muelas acudimos a un dentista, también el dolor psicológico puede ser tratado.
Te doy 5 razones poderosas para ir al psicólogo:
1.- Acudir a un psicólogo es una forma de cuidarte, de dedicarte un tiempo y un espacio de aceptación y reforzar tu autoestima. Tú eres importante y mereces toda la atención.
2.- Comprender lo que te sucede, el por qué te invaden el miedo, la rabia o la angustia, encontrar un sentido a tus emociones y aprender a gestionarlas puede ser clave para que te sientas aliviado y puedas pensar con mayor claridad.
3.- Cambiar la perspectiva: A través de la conversación y la escucha, podrás organizar tus pensamientospara ver la situación desde otro punto de vista. Reconstruir creencias limitantes para tomar consciencia de aquellos factores que no te permiten avanzar y analizar otros recursos que tal vez no tenías en cuenta.
4.- Desarrollar y entrenar nuevos hábitos basados en el autocuidado y la valoración de ti mismo para emprender una vida más sana y llena de sentido.
5.- Resolver conflictos de pareja, familiares o laborales que te impiden relacionarte mejor con los demás, con el mundo y contigo mismo.
¡El mejor momento para empezar el cambio es hoy!